Aunque en principio puedan parecer departamentos muy diferentes, la realidad nos muestra cada día más afinidades entre Marketing y Recursos Humanos. En líneas generales, ambos buscan atraer, retener y satisfacer las necesidades de sus “clientes”, ya sean consumidores o empleados; ambos quieren ofrecer experiencias gratificantes y esperan un rendimiento de su relación; ambos deben conocer bien a sus audiencias y sus expectativas, temores o deseos; y en los dos, la comunicación, el reconocimiento, la motivación y la recompensa por su fidelidad son imprescindibles para cautivarles.
Si analizamos los cambios experimentados en la sociedad en los últimos años, el poder ya no está en las organizaciones sino en el individuo; el enfoque tradicional de imponer y controlar cede el paso a la colaboración y el consenso; las recomendaciones marcan la pauta a la hora de influir en la compra y la tecnología ha dado la vuelta a la forma de relacionarnos con nuestro entorno, dónde la inmediatez es una exigencia y necesitamos tener toda la información a golpe de click.
Ante este salto cualitativo en el comportamiento social, las empresas se han ido adaptando e implantando estrategias que proporcionaran la mayor satisfacción a sus clientes con un enfoque nuevo. Ahora se trata de diseñar experiencias únicas que generen engagement más allá de lo que ofrecen los programas de fidelización habituales. Despertar emociones, personalizar cada actividad, divertir y disfrutar, sorprender… gestionar una relación estable, duradera y profunda. ¿Se puede aplicar la misma receta a esos otros “clientes” de los departamentos de RRHH que son los empleados? ¿Es la tecnología utilizada por el marketing un buen aliado para resolver los importantes desafíos de los recursos humanos?
Adaptarnos a los cambios de concepto
La captación y mantenimiento de clientes suele recibir una parte importante del presupuesto de marketing. En sus objetivos podríamos equipararlo al reclutamiento, selección, proceso de onboarding y desarrollo profesional, pero dista mucho de asemejarse en cuanto a la asignación económica destinada a estos fines. ¿Quién elige a quien hoy en día, la organización al candidato o el candidato a la empresa en la que quiere trabajar? Los responsables de recursos humanos saben que si quieren atraer al mejor talento tienen que “vender” bien la empresa y el puesto vacante y convencerles de ser la mejor elección. Igual que haría con sus productos un experto en marketing que quiera rivalizar y crecer en el mercado.
Sin embargo, tanto el consumidor como el empleado han cambiado su escala de valores, y ahora quieren además vivir experiencias únicas, sentirse escuchados y entendidos, ser protagonistas y recibir un trato personalizado. Tener la posibilidad de elegir las marcas o empresas con sus mismos valores éticos o sostenibles. Quieren información, participar en eventos o ideas. Competir y compartir. Aspectos que potencian el orgullo de pertenencia. ¿Cómo ordenar todos estos conceptos para empezar a trabajar con eficacia?
Innovación para mejorar el rendimiento y estimular la participación
La tecnología es el catalizador del desarrollo como espacio donde se armonizan todas las necesidades o problemas, las respuestas y la manera de construir el entorno ideal para alcanzar los objetivos. Recorriendo de principio a fin el “Employee Journey” podemos detectar dónde se encuentran nuestras posibles carencias y cómo convertirlas en proyectos de éxito. Al tratar la fase de reclutamiento y selección, la tecnología puede ayudarnos a conocer y calificar elementos fundamentales de los aspirantes, al tiempo que ellos reciben información sobre los valores, el espíritu y la filosofía de la empresa para comprobar el alineamiento entre ambos. Nos ayuda a ser más eficaces y trasladar una imagen de marca envidiable. Cuando el “journey” continua su marcha es hora de impresionar a nuestros postulantes, de crear una huella indeleble que les convierta en embajadores vitalicios de la empresa. Es el momento de crear una experiencia de onboarding en la que podemos imprimir rentabilidad, entretenimiento y eficacia a un proceso tan necesario y fundamental, descargar de rigidez esos innumerables procedimientos, políticas y demás tipos de documentos que todos deben conocer o conseguir que la formación específica del puesto sea entretenida y motivadora.
El desarrollo profesional, los planes de formación o el reconocimiento laboral terminan de configurar ese viaje del empleado que la tecnología ordena y potencia a través de soluciones de engagement revestidas con gamificación. Los usuarios aprecian muchísimo estas herramientas porque permiten alcanzar los fines de forma divertida, interactuar con otros compañeros, progresar, competir, aprender más deprisa, entrenar determinados comportamientos y sobre todo porque motivan y generan un vínculo con la empresa difícil de deshacer. En este punto, se espera que el sector de recursos humanos registre la tasa de crecimiento más alta en el mercado de la gamificación, con un porcentaje del 27,8%, según datos aportados por Prescient & Strategic Intelligence. Además, el 72% de los empleados afirman que la gamificación los inspira a trabajar más duro. Según Talent LMS, el 89% de los empleados piensa que serían más productivos si el trabajo fuera más parecido a un juego y el 88% de los encuestados dice que la gamificación los hace más felices en su empresa. Para 78% de los encuestados las organizaciones serían más deseables si su proceso de contratación estuviera gamificado y los elementos del juego en el trabajo hacen que el 87% de los empleados se sientan más conectados socialmente.
Invertir en los empleados para enamorar a los clientes
Recursos Humanos deben por lo tanto innovar y poner en práctica recursos que potencien el interés y la motivación para alimentar el compromiso de los trabajadores. Y no debemos olvidar que invertir en recursos humanos es invertir en nuestros clientes y su satisfacción. Los empleados comprometidos transmiten confianza y entusiasmo, se esfuerzan más en beneficio de la empresa y generan fidelidad en el cliente.
Tanto para los profesionales del marketing como para los de recursos humanos la función principal es activar los mecanismos necesarios para crear engagement. El informe Employee and Performance Gallup 2020 afirma que las empresas con buenos niveles de engagement tienen hasta un 81% menos de absentismo, un 18% más de productividad y un 23% más de rentabilidad. Sin embargo, sólo el 15% de las personas se sentían comprometidas activamente con su trabajo. Los empleados no comprometidos es más probable que pierdan el tiempo y se ausenten más y por lo tanto sean menos productivos y generen peor ambiente. Merece la pena destacar la conclusión del estudio ‘The Top 5 Traits of a Succesful Work Culture.’ Employee engagement in the connected workplace’, elaborado por IDC y Crayon, al confirmar que el compromiso de los empleados se ha convertido en un factor fundamental para la recuperación y resiliencia de las organizaciones y un claro indicador de su salud. En este sentido asegura que el 70% de las empresas que inviertan en engagement y cuenten con empleados altamente comprometidos recuperarán a finales de 2022 los niveles de crecimiento previos al COVID-19.
Por otra parte, también Gallup nos informa de que los clientes que están plenamente comprometidos con una marca representan un 23% en términos de rentabilidad, ingresos y lealtad, en comparación con el cliente promedio. ThinkJar afirma que un 86% de los consumidores pagarían más por obtener una mejor experiencia de usuario. En este sentido, un estudio del CMO Council y RedPoint revela que la interacción personalizada y omnicanal con los clientes ofrece a las empresas una media de retención de clientes del 89%, porcentaje que se reduce al 33% en las compañías que no tienen esta opción. Además, un 40% de los consumidores reconoce comprar más a marcas que proporcionan una experiencia de cliente e interacción personalizadas y, además, la duración de su compromiso con estas es un 30% superior. Por último, el 79% no se plantea comprar a empresas que no demuestren, de forma previa y activa, comprender y cuidar a sus clientes.
Estos datos nos muestran una tendencia que es similar en ambos departamentos, recursos humanos y marketing, dos áreas condenadas a entenderse a través del engagement.