En un mundo cada vez más digital, el sector educativo, cómo muchos otros entornos, está experimentando procesos de digitalización y transformación impulsado por la tecnología y los nuevos modelos y métodos de trabajo. Esta estrategia digital requiere una educación flexible que anime no solo a los estudiantes a ser activos, innovadores y emprendedores, sino también a sus propias instituciones académicas.
Los dispositivos electrónicos y todo el entorno digital se han vuelto mucho más accesibles para los estudiantes. En cuanto a las herramientas, la tecnología ha dado lugar a una amplia gama de plataformas, equipos, sistemas, redes y aplicaciones que ya se utilizan en muchos centros educativos y se espera sean aún más frecuentes en el futuro. Desde el tradicional libro de texto hasta una variedad de materiales digitales, cursos y sistemas de apoyo, el contenido se está ampliando y diversificando.
Como parte del Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027) la Comisión Europea realizó una consulta pública a finales del 2020 para obtener las opiniones y experiencias de los ciudadanos, instituciones y organizaciones sobre el impacto del COVID-19 en la educación y formación, la consecuente evolución hacia un aprendizaje a distancia y en línea, y el futuro de la educación digital en Europa.
Los encuestados expresaron que los recursos y contenidos didácticos en línea deberían ser más relevantes, interactivos y fáciles de utilizar, y no depender de los recursos financieros de una ciudad o municipio. Más de un 60% consideraron que sus habilidades digitales habían mejorado durante la pandemia, y más del 50% confirmaron que querían mejorarlas aún más.
El estudio realizado en el Plan de Acción ayuda a reiterar la tendencia actual hacia el aprendizaje en línea e híbrido que se ha visto acelerado por los acontecimientos en estos últimos años. Estos cambios han llevado a descubrir nuevas e innovadoras formas en que los estudiantes y educadores organizan sus actividades de aprendizaje y enseñanza online, comprometiéndose a interacciones más personales y flexibles.
¿Cómo apoyar y motivar a los estudiantes con la tecnología digital?
La motivación digital consiste en aplicar las capacidades que ofrecen las nuevas tecnologías para aumentar la confianza de los estudiantes. De esta manera se sienten más cómodos en su entorno educativo y mejoran su rendimiento. El compromiso activo, la cooperación entre estudiantes, la retroalimentación rápida sobre el trabajo o las evaluaciones, y la capacidad de poner en práctica lo que aprenden son algunas condiciones para que los estudiantes aprendan eficazmente utilizando la tecnología. La falta de motivación de los alumnos no sólo es un obstáculo para la comprensión de los temas, sino también un reto para los profesores en su trabajo diario.
Las instituciones académicas pueden apoyar a los estudiantes a nivel personal y, al mismo tiempo, proporcionar una comprensión completa e integrada de los sistemas universitarios. Los portales digitales e interactivos proporcionan conexión con todos los sistemas importantes, así como ‘secciones en vivo’ que muestran las calificaciones, las próximas tareas, horarios y otra información y fomentan la participación antes, durante y después de las diferentes actividades. Un acceso a la información y materiales del curso en cualquier momento y lugar. Una forma de comunicarse con los alumnos y de guiarlos en su trabajo, ofreciéndoles ayuda, atención y refuerzo.
Un estudio publicado por McGraw-Hill Education muestra como los estudiantes prefieren el aprendizaje digital al tradicional. Según el estudio, el 81% cree que la tecnología digital les ayuda a mejorar sus notas, y el 71% afirma que los recursos digitales han aumentado sus niveles de engagement. La gran mayoría de los estudiantes cree que la tecnología de aprendizaje digital ha beneficiado su trabajo al fomentar la retención de conceptos y mejorar las calificaciones, y más de la mitad (53%) de los estudiantes se sienten mucho más motivados en las aulas que incorporan dichas herramientas.
Hacia una nueva experiencia del estudiante universitario
Cada vez más, los estudiantes quieren que las instituciones de enseñanza superior les otorguen una experiencia personalizada e individualizada. Esperan el mismo nivel de interacción y experiencia que ofrecen marcas de consumo como Amazon y Netflix. Para responder a estas necesidades, los líderes de las universidades, escuelas de negocios y otras instituciones de educación están empezando a ver una conexión entre el estudiante y el consumidor, y como la transformación digital es necesaria para satisfacer las demandas y aspiraciones de los estudiantes de hoy.
En consecuencia, los estudiantes ya no quieren ser tratados de manera uniforme y anónima, sino que buscan notificaciones y sugerencias a medida, adaptadas a sus propios intereses, así como una experiencia sin fallas. Quieren ser vistos, escuchados y apreciados, así como recibir una atención específica para ellos. Según el Informe de Estudiante Conectado, el 90% de los estudiantes quieren que las universidades interactúen con ellos con la mayor frecuencia posible, utilizando el correo electrónico, las comunicaciones y notificaciones diseñadas a medida, así como otros medios. Alrededor del 40% dicen que preferirían comunicaciones más individualizadas, y el 25% dice que les gustaría una experiencia universitaria más personalizada en general.
Para un mayor nivel de éxito, las soluciones digitales deben incluir mecanismos que fomenten la reciprocidad y la interacción, aumentado así la retención de conocimientos y evitando la apatía. Es fundamental garantizar que los estudiantes apliquen lo que han aprendido para resolver problemas, practicar la toma de decisiones y el desarrollo de habilidades en un entorno seguro en el que se pueda poner a prueba su compresión.
Al mismo tiempo, las soluciones digitales pueden generar mejoras en las instituciones educativas para operar de forma más eficiente en la captura de nuevos estudiantes, en garantizar el rendimiento de los alumnos en su trayecto y también en mantener el contacto con los exalumnos. Además, sirven de base digital para un seguimiento de 360 grados del proceso educativo. Una plataforma integrada que permite a los estudiantes customizar su experiencia universitaria desde el inicio hasta la finalización.
Algunos ejemplos de los beneficios son:
- Colaboración y cooperación: permiten compartir experiencias, trabajos y proyectos, facilitando el engagement y el aprendizaje conjunto.
- Autonomía y flexibilidad: hay una variedad de métodos a través de los cuales se puede obtener información, además de libertad suficiente para su propia organización y planificación. (Educación asíncrona)
- Interactividad y comunicación: Los estudiantes pueden conectarse y hablar con sus compañeros, mejorando considerablemente su capacidad de comunicación y aprendizaje. Incluso la conversación alumno-docente puede llevarse a cabo fuera del aula.
Gamificación en la educación
La gamificación es una de las técnicas de innovación educativa que más interés y éxito ha despertado en los últimos años. Es un método que consiste en introducir aspectos y dinámicas de juego en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Los ‘marcadores’ que registran las puntuaciones de los alumnos en diversas actividades, las ‘insignias’ que se conceden a los estudiantes cuando alcanzan determinados hitos de aprendizaje y el uso de aplicaciones que permite transformar los exámenes de opción múltiple en competiciones interactivas son ejemplos de estos aspectos.
Imaginemos una narrativa inmersiva (motivación inicial) en la cual nos encontramos en una isla desierta y que, para poder sobrevivir tenemos que ir pasando diferentes niveles, desafíos y obstáculos. Existen muchos elementos y estrategias que podemos incorporar dentro de la isla para fomentar la motivación, el refuerzo, diversos estímulos y una mayor sensación de implicación. Por ejemplo, a través de actividades interesantes y divertidas para que los estudiantes trabajen conceptos y ejerciten las competencias básicas que la asignatura pretende fomentar. Según vas explorando la isla vas ganando pequeñas recompensas que dan acceso a insignias y niveles; todos los logros se irán añadiendo a un tablero de puntuaciones (mayor participación, refuerzo continuo y motivación a corto plazo). Además, se puede incluir una opción de ayuda o consejos en los cuales los estudiantes pueden solicitar asistencia tanto al profesor como a otros estudiantes (proximidad social). Dentro de cada desafío o actividad puede existir la posibilidad de que los estudiantes escojan diferentes opciones o rutas, es decir dependiendo de la elección, pueden alcanzar en un resultado o en otro. Por cada tarea terminada se puede recibir un feedback inmediato de calidad para poder aprender más allá de los errores. La experiencia puede fomentar también el trabajo colectivo y sistemas de competición entre los equipos (team based learning).
Esta experiencia inmersiva puede ser parte de cualquier asignatura académica y para estudiantes de diversas edades, desde los diferentes niveles del colegio hasta la universidad, cursos de postgrado, etc. Todo depende de la narrativa, el enfoque, el concepto de diseño, los dinamizadores, etc que se apliquen en cada caso. Una manera de exceder el dominio de los conceptos de una asignatura y descubrir e intensificar valores fundamentales de la personalidad y trabajo en equipo.
Por lo tanto, podemos concluir que el sector educativo ha experimentado una importante transformación digital, que ha animado tanto a los estudiantes como a las instituciones académicas a ser más comprometidas, creativas e emprendedoras. Los alumnos y los educadores han descubierto métodos nuevos y imaginativos para organizar sus actividades educativas como resultado de los recientes cambios y ajustes durante la pandemia. Ahora hay un acceso mucho más fácil a las herramientas electrónicas y la tecnología ha dado lugar a una variedad de plataformas, equipos, sistemas, redes y aplicaciones. La transformación digital es necesaria para satisfacer las demandas y aspiraciones de los estudiantes de hoy en día, que buscan cada vez más una experiencia personalizada e individualizada, y conceptos como la gamificación puede mejorar aún más el rendimiento y la motivación de los estudiantes, a la vez que hacen mucho más entretenida la asignatura.