Las soluciones gamificadas se han convertido en una herramienta popular para la formación y la educación en diversos sectores, incluido el sanitario. Incluso con la simple incorporación de mecanismos sencillos, como niveles que desglosan el material didáctico, cuestionarios interactivos para poner a prueba los conocimientos y experiencias de juego atractivas y estimulantes, la gamificación puede facilitar una forma más eficaz de enseñar conceptos y procedimientos complejos. También pueden proporcionar un entorno seguro y de bajo riesgo para que los alumnos practiquen y cometan errores sin consecuencias reales. Los juegos en línea se han utilizado para formar a profesionales sanitarios en áreas como el control de infecciones, la comunicación con los pacientes y la respuesta a emergencias. En los entornos adecuados, el uso de la gamificación como herramienta de formación para profesionales sanitarios puede contribuir a mejorar la calidad de la asistencia y la atención al paciente, ya que unos métodos de estudio más atractivos y eficaces ayudan a mejorar la retención de los conocimientos y habilidades necesarios para un tratamiento seguro y eficaz.
La importancia de la formación en el sector sanitario
La formación continua y los sistemas de apoyo educativo son cruciales para que los profesionales sanitarios presten la mejor atención posible a los pacientes. Aunque la sanidad evoluciona constantemente gracias a valiosas investigaciones y avances, también es un sector sometido a una enorme presión en términos de tiempo, recursos e inversión. Es comprensible que los profesionales de la medicina y la asistencia sanitaria necesiten estar al día de la nueva información o de las tecnologías emergentes que pueden ayudar a mejorar los resultados de los pacientes o incluso facilitar su trabajo diario, pero para la mayoría, y en especial para los que están en primera línea, es difícil encontrar tiempo para dedicar al trabajo extra. Incluso con el auge de las historias clínicas electrónicas y los servicios médicos en línea, la formación continua es esencial, pero también importante, para que el personal pueda mantenerse al día de estos cambios y, al mismo tiempo, ofrecer un tratamiento óptimo.
Acostumbrados a lidiar con poco tiempo, mucho estrés y jornadas laborales que requieren gran concentración y atención, los métodos tradicionales de formación sanitaria, como conferencias, libros de texto y seminarios, pueden resultar menos eficaces y atractivos. Estos métodos no suelen ofrecer oportunidades para la práctica y tienden a ser menos interactivos, lo que hace más difícil retener la información o considerar cómo funciona en la práctica. Los enfoques digitales del aprendizaje pueden presentar situaciones simuladas pero realistas en las que el alumno puede poner a prueba su comprensión de los conceptos básicos, poner en práctica la teoría o ejecutar situaciones de ejemplo para mejorar la retención de conocimientos, lo que resulta especialmente valioso para áreas de aprendizaje matizadas o menos basadas en la teoría, como por ejemplo, la comunicación, la colaboración o las habilidades de liderazgo.
«Comprender las diferentes formas de aprender, las motivaciones y las preferencias de los distintos usuarios aumenta el engagement y mejora el proceso de aprendizaje. En Motivait intentamos utilizar diseños llamativos, narrativas cautivadoras y elementos de gamificación que ayuden al usuario a profundizar en temas más complejos.»
Las soluciones digitales, tanto en dispositivos móviles como en ordenador, pueden aprovechar la agilidad y accesibilidad de la tecnología para poner al instante vías de aprendizaje a disposición de los alumnos, tanto si están de viaje y quieren dedicar 5 minutos a un módulo rápido del curso, como si se encuentran en un entorno más relajado y desean examinar la información de una forma diferente y más dinámica. Aunque el mercado esté saturado de opciones, no se puede negar que una de las ventajas de los métodos de aprendizaje digitales o en línea es que tienen en cuenta los diferentes estilos de aprendizaje, lo que puede facilitar que algunas personas aprendan de forma más eficaz. Algunos alumnos prefieren el aprendizaje práctico, mientras que otros se inclinan por el aprendizaje visual o auditivo.
Además, al llevar los métodos de aprendizaje y formación digitales un paso más allá e incluir la gamificación, las experiencias pueden satisfacer diversas necesidades y, al mismo tiempo, proporcionar un apoyo necesario para impulsar el engagement sostenible a lo largo del proceso de aprendizaje. Los elementos de juego, como el seguimiento del progreso para fomentar la participación, la aportación de comentarios, pequeños empujones o indicaciones para evitar que las personas se sientan perdidas o sin apoyo, o incluso la simple oferta de rondas de calentamiento o experiencias lúdicas rápidas para aumentar la motivación, pueden contribuir en gran medida a enriquecer el ciclo de aprendizaje de los participantes que se enfrentan a temas complejos o que requieren mucho tiempo, como ocurre en la atención sanitaria.
Gamificación en acción
Entonces, ¿cómo pueden ser las soluciones gamificadas en la práctica?
Un claro ejemplo de ello es una innovadora app que utiliza la gamificación para reducir los procedimientos innecesarios en el Sistema Nacional de Salud español. Creada por un equipo de expertos del Hospital Universitario Ramón y Cajal, FISABIO y la Universidad Miguel Hernández, la app busca reducir los procedimientos vinculados a las prácticas ‘No Hacer’, en referencia a todos aquellos procedimientos innecesarios que han demostrado no ser útiles, tienen una efectividad cuestionable, no son coste-efectivos o no son prioritarios. Según José Joaquín Mira, catedrático de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández:
“Hemos elegido utilizar la gamificación para, de una forma divertida y práctica, llamar la atención sobre el problema de la sobreutilización… Involucra activamente al profesional, le despierta curiosidad y le invita a competir consigo mismo mientras que interioriza lo que no hay que hacer”.
La aplicación funciona mediante un sistema de recompensas, en el que las puntuaciones se almacenan y se añaden al perfil del usuario. Además, en los ajustes del juego se puede elegir el nivel de dificultad de las preguntas, el campo de especialidad y si se repetirán en el futuro. Hay más de 100 preguntas (sobre un amplio abanico de prácticas, vinculadas a distintas especialidades). El usuario dispondrá de una justificación de la respuesta, un enlace al documento oficial de recomendaciones e información sobre qué sociedad científica la avala.
Utilizar una solución gamificada en el proceso de aprendizaje puede ser una herramienta eficaz para mejorar la retención de conocimientos y el rendimiento en determinadas tareas médicas. Por ejemplo, un estudio publicado en BMC Medical Education descubrió que los estudiantes de medicina que participaron en un juego diseñado para enseñar conceptos de cardiología obtuvieron mejores resultados en un examen posterior que los que recibieron instrucción tradicional en el aula. Otro estudio publicado en PMC PubMed Central descubrió que las enfermeras que participaron en un juego diseñado para simular la administración de medicación tenían una mayor tasa de administración correcta de medicación que las que no participaron en el juego.
Dar vida a la teoría, poner en práctica las competencias
En pocos sectores la formación es tan importante como en la sanidad. Ya sea en hospitales, residencias de ancianos, centros médicos locales o dondequiera que les lleve su trabajo, los profesionales de la salud están sometidos a la presión de mantenerse informados y bien versados en enfoques, procesos y prácticas en evolución o incluso en la nueva legislación que deben cumplir. Reconociendo el hecho de que muchas organizaciones e instituciones del sector no podrán invertir sin cesar, las soluciones que se aporten deben ser creativas para garantizar que repercutan en la experiencia de aprendizaje.
El efecto dominó de participar en una sesión o experiencia positiva y agradable, en lugar de marcharse agotado y desilusionado, significa que los alumnos se sienten valorados («qué bien que mi organización haya decidido invertir positivamente en mí y comprender mis necesidades») y bien equipados para afrontar futuros retos y situaciones. La gamificación puede ser sólo una de las muchas herramientas capaces de dinamizar los enfoques digitales o híbridos del aprendizaje, pero sin duda es una metodología con un impacto demostrado en el compromiso de los usuarios y la optimización de la retención de conocimientos. Al fin y al cabo, dados los obstáculos y el estrés que soportan los profesionales sanitarios y los estudiantes, ofrecer soluciones que les sitúen por una vez en el centro del proceso podría marcar la diferencia.
Si está interesado en saber más sobre cómo la gamificación y la tecnología pueden mejorar la experiencia de aprendizaje y el compromiso, consulte nuestro trabajo en este campo:
Alianza en Acción: Newcastle University Business School & Motivait.
Alianza en Acción: Zebra Technologies.